Ir al contenido principal

Callar no es otorgar, es meditar.

Hay momentos que no se necesitan palabras, solo una mirada basta para expresar lo que con palabras no haríamos tan bien.
Es justo que cada uno tenga su espacio, su momento, su intimidad, como lo quieran llamar, ese momento en donde solo estás tú con tus pensamientos.
Ese silencio lo podemos compartir, pero como se puede llegar a esto (?) solo con una mirada, una conexión, ese "feeling" que no con cualquier persona se comparte, esa chispa que enciende sueños y pasiones.
No soy amiga de la soledad pero si aliada del silencio, no quiero ser esclava de mis palabras, solo de mis pensamientos. Para qué romper el silencio si de allí podemos sacar las mejores conclusiones, los mejores actos, los deseos más ardientes, las ideas más locas... El silencio es la virtud de los locos, Amén.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vaivén

Irreverente, insaciable, impredecible. Algunos días se levanta azul, otros cristalino, y a veces se hace el verdoso. Baila al ritmo del viento, mientras le saca espuma a la costa. Y cuando el sol se arropa con él,  la luna sale para brillar ante su grandeza.

Me acostumbré

Me acostumbré a levantarme en las mañanas y saber que estás a mi lado, me acostumbré al olor que dejas en mis almohadas, me acostumbré a tener en las mañanas alguien a quien darle los buenos días, me acostumbré a sentir la necesidad de quererte, me acostumbré a suspirar sin darme cuenta. Decían que se necesitaba 21 días para adquirir un hábito, pero nunca me dijeron que en 21 días uno podía acostumbrarse a querer tanto a alguien.

Si no lo hago yo, ¿Quién?

    Como seres racionales, es cierto que todos tenemos responsabilidades incluso desde que nacemos, tenemos la responsabilidad de comunicarnos así sea por medio de un gesto o un lloriqueo para lograr lo que necesitamos. Vamos evolucionando y creciendo y a medida de los años se van creando responsabilidades en diferentes ámbitos; amoroso, familiar, escolar. Pero siempre hay exigencias de por medio. Están las personas que asumen sus compromiso sus responsabilidades y hasta “Se ponen las 10” para asumir las ajenas, esto se ve mucho en los temas académicos y laborales.   Ahí es dónde entra “si no lo hago yo, entonces ¿quién? Otra persona se puede encargar de hacer lo que usted tenía que hacer, pero ¿qué pasa? el aprendizaje y la experiencia queda para esa persona. Si no hace las cosas en el momento adecuado, puede que después sea demasiado tarde y en estos tiempos, cada segundo vale oro. Estamos en un mundo donde la competencia laboral...