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El alma y el cuerpo.

Rencores, odios, resentimientos, rabias, fobias y amarguras; son algunas de las nuevas enfermedades hereditarias por excelencia. En donde la cura no se encuentra en urgencias, ni con medicina alternativa o con el chamán de la esquina, la cura la tenemos nosotros.
Ojalá existiera un diccionario para encontrar la solución a todo tipo de problemas, pero como por ahora no está en venta, toca trabajar con lo que tenemos: La mente y el cuerpo, porque aunque no lo crean el poder de la mente es más fuerte que cualquier libro, solo hay que encontrar la forma de explotarlo.

De lo contrario, nos hundiremos con el caos, porque no es necesario abandonar el cuerpo para sentir la ausencia de la vida.

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Vaivén

Irreverente, insaciable, impredecible. Algunos días se levanta azul, otros cristalino, y a veces se hace el verdoso. Baila al ritmo del viento, mientras le saca espuma a la costa. Y cuando el sol se arropa con él,  la luna sale para brillar ante su grandeza.

Me acostumbré

Me acostumbré a levantarme en las mañanas y saber que estás a mi lado, me acostumbré al olor que dejas en mis almohadas, me acostumbré a tener en las mañanas alguien a quien darle los buenos días, me acostumbré a sentir la necesidad de quererte, me acostumbré a suspirar sin darme cuenta. Decían que se necesitaba 21 días para adquirir un hábito, pero nunca me dijeron que en 21 días uno podía acostumbrarse a querer tanto a alguien.

Si no lo hago yo, ¿Quién?

    Como seres racionales, es cierto que todos tenemos responsabilidades incluso desde que nacemos, tenemos la responsabilidad de comunicarnos así sea por medio de un gesto o un lloriqueo para lograr lo que necesitamos. Vamos evolucionando y creciendo y a medida de los años se van creando responsabilidades en diferentes ámbitos; amoroso, familiar, escolar. Pero siempre hay exigencias de por medio. Están las personas que asumen sus compromiso sus responsabilidades y hasta “Se ponen las 10” para asumir las ajenas, esto se ve mucho en los temas académicos y laborales.   Ahí es dónde entra “si no lo hago yo, entonces ¿quién? Otra persona se puede encargar de hacer lo que usted tenía que hacer, pero ¿qué pasa? el aprendizaje y la experiencia queda para esa persona. Si no hace las cosas en el momento adecuado, puede que después sea demasiado tarde y en estos tiempos, cada segundo vale oro. Estamos en un mundo donde la competencia laboral...