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Por siempre

El canto de los pájaros, el choque del viento sobre los árboles y las pisadas sobre las hojas era lo único que interrumpía el silencio de aquel bosque.
No eran necesarias las palabras cuando las miradas lo decían todo.
Caminaron durante una hora sin pronunciar una sola palabra, hasta que vieron el árbol más grande, frondoso y hermoso del bosque.
Era tanta su grandeza que lo admiraron por minutos, hasta que Juan se acercó, sacó una navaja de su bolsillo y decidió inmortalizar su amor por Patricia en un corazón que encerraba sus iniciales.
Al cabo de unos meses, el último testigo de aquella relación fue talado.

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Vaivén

Irreverente, insaciable, impredecible. Algunos días se levanta azul, otros cristalino, y a veces se hace el verdoso. Baila al ritmo del viento, mientras le saca espuma a la costa. Y cuando el sol se arropa con él,  la luna sale para brillar ante su grandeza.

Me acostumbré

Me acostumbré a levantarme en las mañanas y saber que estás a mi lado, me acostumbré al olor que dejas en mis almohadas, me acostumbré a tener en las mañanas alguien a quien darle los buenos días, me acostumbré a sentir la necesidad de quererte, me acostumbré a suspirar sin darme cuenta. Decían que se necesitaba 21 días para adquirir un hábito, pero nunca me dijeron que en 21 días uno podía acostumbrarse a querer tanto a alguien.

Si no lo hago yo, ¿Quién?

    Como seres racionales, es cierto que todos tenemos responsabilidades incluso desde que nacemos, tenemos la responsabilidad de comunicarnos así sea por medio de un gesto o un lloriqueo para lograr lo que necesitamos. Vamos evolucionando y creciendo y a medida de los años se van creando responsabilidades en diferentes ámbitos; amoroso, familiar, escolar. Pero siempre hay exigencias de por medio. Están las personas que asumen sus compromiso sus responsabilidades y hasta “Se ponen las 10” para asumir las ajenas, esto se ve mucho en los temas académicos y laborales.   Ahí es dónde entra “si no lo hago yo, entonces ¿quién? Otra persona se puede encargar de hacer lo que usted tenía que hacer, pero ¿qué pasa? el aprendizaje y la experiencia queda para esa persona. Si no hace las cosas en el momento adecuado, puede que después sea demasiado tarde y en estos tiempos, cada segundo vale oro. Estamos en un mundo donde la competencia laboral...