Éramos las dos últimas personas que nos
hubiéramos juntado, pero la física intervino y nos atrajo con la fuerza de dos polos
opuestos.
Eres lo que nunca esperé, no cuando
sentía que me faltaba vivir tanto, más sin embargo te convertiste en mi
presente y deseaba nuestro futuro.
Serás el mejor regalo de la vida, ese que
me despertó una felicidad accidental, un nuevo estado del cual no quería
escapar.
No se suponía que era el tiempo para
encontrarnos, pero ahí estuvimos, mirándonos a los ojos y jurándonos amor
eterno, sin saber que el destino ya nos tenía fecha de vencimiento.
Para ser una desafortunada, tuve suerte de
disfrutarte en esta vida. Ahora solo me queda el anhelo de poder encontrarte en
otra vida, en otro momento y por fin sumergirnos en una historia que le dará
inicio a otra vida.
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