Los kilómetros
aumentan, el corazón se acelera y de pronto estoy volando.
En un parpadeo,
una oleada de calor, sal de mar y piña colada me reciben.
Desnudo mis pies mientras
el sol se desvanece en el horizonte, estaba a unos pasos
de llegar al punto en donde las olas se devuelven y mientras mis pies abrazaban
la arena, mis cargas se hacían más ligeras.
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